Níveo
como los copos,
fuerte
como los abetos lejanos
del paisaje eslavo,
es así,
carne de cañón del deseo
de los ojos que lo devoran
como si fuera
un extraño ser,
un Prometeo.
Arrogante y enjuto,
de mirar claro,
transparente,
es una dulzura,
un chico Bel Ami paseando
su belleza
en las rutinas quietas
de Avenida de Mayo…
Sus piernas lo llevan
como si mi mano
recorriera
sus carnes aflorando
como el sol
tras varios días de tormenta…
Como si dejara
de ser yo y fuera él,
desnudo y perfecto
entre la penumbra
y la luz, un manantial de placer
fluyendo manso
desde mis labios
en una marea de orgías
arrasando
calles en modorra de la ciudad
y su eterno conventillo…
Es lindo,
lo sabe,
lo sé y lo explota
como un buen
capitalista de la piel
que suspira en anhelos,
su belleza,
casi un veneno
que se abre paso,
corrompe, envicia,
promete mucho amor
con sus mieles y delicia,
es como un cheque al portador
pero no siempre es una ganancia.
Me gusta el ritmo que le das, el tono la música. Es íntimo y contundente. Cuando se termina de leer uno siente lo que vos sentiste. Muy logrado.
ResponderEliminarQue bueno encontrar poesia en la web.
Anamaría
Muchas cosas pasan por esa zona de la ciudad. En cada esquina hay un poeta perdido.
ResponderEliminarSaludos espaciales,