jueves, 24 de abril de 2014

Un te quiero en estación Morón





Los taxiboys de Marcelo (Te) 
hacen un picadito, 
tienen penes hechos bultos 
y nalgas de ensueño, 

van corriendo entre los faroles, 

autos de lujos, 
amantes en venta por pobres, 
dos cestos de basura 
juegan de arco para los goles… 

...
Las putas del once hacen 
sonar sus tacones 
veredas hechas pianos, 
notas de pisadas en la hora 
que se reza, ese, 
rosario de tentaciones, 

-¡nostalgia, todos esos 
cuentos hadas! 
Bocas que pronunciaron pavadas, 
un te quiero en estación Morón, 
aquel príncipe de tevé 
que parecía ser, pero se destiñó. 

...

¡Se destiñó! 

....
Las chicas trans de un costado 
sucio, pero bello, caído, 
de la autopista 
improvisaron una rayuela, 
saltan, saltan como niñas 
alegres porque ganaron 
otra vuelta en la calesita, 
¡tan desolada!, 
en medio de la feria. 

....
Bueno Aires era otoño, 

gris piedra, gris asfalto 

trenes repletos, cansados cuerpos 

de sueños nacidos ya muertos, 
...
y mi garganta ebria y seca 
buscando vocales para tu nombre, 
y vos lejos de los poetas 
y sus lumbres oscuras, 
solo fui un hombre 
en venta en Marcelo Te, 
un puta futura en estación Morón, 
una chica trans, 
la rayuela, el camión, 
la sábana usada para que 
aniden un cuerpo, dos, 
otra nada perdida 
en el montón. 


simonbetarte©2013(derechos reservados, Buenos Aires, argentina)
https://www.facebook.com/pages/malquisto/223201157744141?fref=ts

imagen:
Gustave Caillebotte (1848-1894). Hombre secándose la pierna (1884). Óleo sobre lienzo.