Y sí, a veces, viene.
Paso lento como la brisa
tras el calor de un día.
Viene, a veces, como cuando
la dislexia deja en blanco
a mi pensamiento,
y me abraza, abrazo de pulpo
todo el afecto que necesito
y no tengo...
Me susurra la rima
que falta, la boca que pronuncia
palabras tiernas...
A veces es una odalisca
que baila en el tambor,
y gira y gira, la bala
de mi
ambición suicida...