viernes, 22 de octubre de 2010

Sobran los poetas

Borrachos de amor,
mueren los poetas
en esta noche gris,
otoñal de nubes.

Están los dos
y el ancho mundo sobra.
Lujuria de egoísmos,
las pieles expelen vida,
se desangran en caricias,
se escalan, se conquistan,
se pierden y se encuentran,
los labios aprietan deseos
y sorben los placeres,
son pequeños colibríes
perdidos en un jardín
donde buscan el alimento,
se prometen miles de eternidades
y todas las lealtades,
entonces, no hay nada más que
la muerte de los poetas
esta noche,
solo existe el vacio
igual que el comienzo del universo,
un estallido que impulsa todos los besos
y un diluvio de energía,
un milagro de astros extintos,
otras veces encendidos,
iluminando las gotas del rocío.

Están anhelantes,
buscando más
hasta que el cansancio
los invite a soñar
y quieran volverse a elegir,
en la mañana, al despertar.

jueves, 14 de octubre de 2010

Buenos Aires

Buenos Aires,
asfaltos y plazas enrejadas,
calles que un día van
y otro vuelven,
el obelisco,
la plaza de mayo
y la petición de siempre,
el río ignorado,
perdido en el fondo,
edificios y ventanas
en hermoso desorden,
una guerra
entre lo decorativo y lo grotesco,
sus obreros bajando de los trenes,
sus mujeres embelleciendo sus veredas,
las paloma llevándose en el vuelo
lo que no ha muerto
de las esperanzas que ruedan,
de las almas que marchan.
Ciudad de poderosos
que ven desde lo alto,
con desprecio,
y se pierden este milagro,
lo hermoso de respirar este caos,
esta obstinación por gritar
las verdades apretadas
entre la mente y la garganta;
calles perdidas de tangos
y rocanroles jóvenes,
de linyeras que mueven sus colchones
de poetas obstinados
a los que no les prestas atención cuando,
entres tus luces,
te hablan de tus sombras,
que alguien te diga alguna vez,
sos tan bella
como una madre de preñez eterna,
tu embarazo dura todas las noches
y nos pare cada mañana
cuando el este pinta
de rojo sangre un sol enorme
que nos recuerda que seguimos con vida.

lunes, 4 de octubre de 2010

90

Eran los noventas
-te acordás-
en la tele nos decían
que las ideas se habían muerto
y nos vendían nuevos espejos
de colores y de exportación,
la metáfora del vaso que se llenaba
y caían las gotas como migajas
a los sedientos convidados de piedra
que éramos nosotros,
tan jóvenes, tan bellos
como un soneto rebelde
desafiando la hoguera del medio evo.

Eran años de martinis,
de sonrisas que se abrían fáciles,
de sexo galopante como olas,
éramos simples polluelos
que se les iban haciendo
cenizas sus alas,
éramos cachorros Fenix,
pero no sabían que de tanto
perder anhelos
pariríamos utopías nuevas,
un grito disuelto en el aire
una fuerza que no se detiene,

eran los noventa cuando
dejamos de ser niños,
tan bellos, tan jóvenes
y vencidos,
esculpiendo en secreto
el lugar donde dejar nuestros sueños
triunfando, libres
y sueltos en el viento,
hoy podemos decir
que las ideas
que dijeron ayer extintas,
como los fénix
han juntados sus cenizas
y están de vuelta
volando los cielos,
haciéndose carne en el pensamiento,
escribiendo un nuevo soneto
que ya no puede arder
en las modernas hogueras del medio evo
porque siempre estarán naciendo
una y mil veces esperando el momento
de hacer real eso que se sueña,
que se espera,
fuimos los desheredados de ideales
pero, hoy somos los frutos,
nosotros, los retoños de las semillas
que se perdieron en los setentas,
nosotros, libres
buscando las esperanzas
que jamás estuvieron muertas.