sábado, 1 de mayo de 2010

Derrota

Puede arrojarte al olvido
en un intento desesperado,
casi como un salmón corriente arriba,
que pierde la vida
y encuentra el premio de la muerte,
puede sacar tu aroma,
la silueta de tu cráneo
en el altar de la almohada,
mentirse como buen amante
en otros cuerpos,
en otras pieles,
como animal que busca
otra tierra donde vagar.
Mentir boca afuera
en tertulia con amigos,
convencerse
que sus días son distintos.

Allá, lejos,
veo su andar detenido,
es un hombre casi de cincel,
sus ojos, dos ventanas
que buscan a su amada
en cada persona
que llenan de vida la mañana.

El viento del río lo envuelve,
parece, por momentos,
el personaje de una novela
que se extrañará al dejar de leerla,
es como un guerrero que lleva
el ideal
como única estampa y única sombra,
es el amor con toda su ternura
y las maravillas de la derrota.

2 comentarios:

  1. bueno, bueno, me hace acordar cuando me peleé y me distancié de la que ahora es mi mujer, tal vez no era un hombre de cincel como el protagonista, pero hacía todo para que no vieran lo mal que me sentía, avisá cuando publiques, siempre es un gusto leerte Simón; Luciano

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