lunes, 19 de abril de 2010

Rutina

Vida maravillosa,
montaña de segundos,
tirados como una lluvia
de granos de arena,
tapando la selva,
borrando lo particular,
haciéndote un ser anónimo,
un poema que nadie leerá
por ser igual a los otros,
los que llenan el espacio sideral,
los demás,
los autómatas que mueven ciudades,
atestan vagones de trenes,
eslabones de la misma cadena,
sostén del mismo yugo,
lleno de cifras –no más que eso-,
un ser con sueños leves,
una pieza del rompecabezas que compone
una abstracción abominable
a la que llaman “la gente”,
otro trozo en la moledora de carne
que alimenta al dios del consumo.


¿Te rebelarás algún día?
Mientras se te caen los anhelos
como hojas,
apilándose
en montañas de árboles muertos,
entumecidos por el otoño
que va creciendo
según pasan los años.

Vida maravillosa,
una promesa, una letanía,
gravitando por los rincones de la oficina,
que te seduce con el beso suave
del tedio y su amante, la rutina.

1 comentario:

  1. Me identifico plenamente con esta poesía.
    Yo también escribo (a veces), pero no tengo tanta producción como la tuya y me dedico a hacerlo en prosa aunque también tengo algunos poemas. Concurro a un taller literario desde hace poco más de tres años.
    Muy bueno lo tuyo Simón, seguí creando. Saludos.
    Alejandra

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