lunes, 4 de octubre de 2010

90

Eran los noventas
-te acordás-
en la tele nos decían
que las ideas se habían muerto
y nos vendían nuevos espejos
de colores y de exportación,
la metáfora del vaso que se llenaba
y caían las gotas como migajas
a los sedientos convidados de piedra
que éramos nosotros,
tan jóvenes, tan bellos
como un soneto rebelde
desafiando la hoguera del medio evo.

Eran años de martinis,
de sonrisas que se abrían fáciles,
de sexo galopante como olas,
éramos simples polluelos
que se les iban haciendo
cenizas sus alas,
éramos cachorros Fenix,
pero no sabían que de tanto
perder anhelos
pariríamos utopías nuevas,
un grito disuelto en el aire
una fuerza que no se detiene,

eran los noventa cuando
dejamos de ser niños,
tan bellos, tan jóvenes
y vencidos,
esculpiendo en secreto
el lugar donde dejar nuestros sueños
triunfando, libres
y sueltos en el viento,
hoy podemos decir
que las ideas
que dijeron ayer extintas,
como los fénix
han juntados sus cenizas
y están de vuelta
volando los cielos,
haciéndose carne en el pensamiento,
escribiendo un nuevo soneto
que ya no puede arder
en las modernas hogueras del medio evo
porque siempre estarán naciendo
una y mil veces esperando el momento
de hacer real eso que se sueña,
que se espera,
fuimos los desheredados de ideales
pero, hoy somos los frutos,
nosotros, los retoños de las semillas
que se perdieron en los setentas,
nosotros, libres
buscando las esperanzas
que jamás estuvieron muertas.

4 comentarios:

  1. describe muy bien el desencanto de sueños de los noventas por lo menos a mi me llega, excelente poema, es algo impresionante verse reflejada en textos, siga escribiendo señor, me gusta leerlo, besos Stella de Buenos Aires

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  2. Hola, la verdad, me gustó el poema, y la oda al desencanto y renacer de la generación de los 90. Fuera de esta oficina me gustaría alguna vez hablar con vos, vino de por medio, de los ideales que se perdieron, que estan de vuelta y de como uno se siente un poco sobreviviente de una época que realmente fué un desquicio. Saludos. Alvaro.

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  3. que fuerte y con que pocas palabras se puede describir los años aquellos, para los que tenemos 30 y un poco más es excelente verse reflejado, abrazos Martin de bs as

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  4. Qué manera tan certera de expresar los desencantos que nos da la vida.....pero hay buenas noticias......después de cada desengaño viene la fuerza de la reinvención , de todos y cada uno...la fortaleza la tenemos dentro del corazón y la fe en nuestro Creador, nuestro Padre...

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