martes, 14 de diciembre de 2010

Intento

Aquel día que intenté matarte,
despedazarte
los recuerdos,
evitarte las lágrimas
que te brotaban tan fáciles,
sacarte toda esa poesía
que te consumía,
que te consume todavía,
que te aleja de la trivialidad de los días,
la vez que quise libertarte del cansancio,
siempre como un animal atado
a la misma noria del destino,
cuando no eras más que un amante prostituyendo
los pocos sueños que tenías
y el talento
escaso
no más que un veneno
que corría fuerte,
todo un torrente por tus venas.
Quería verte dormido
delirando esa existencia
que jamás tendrías.

Pido perdón no haberlo hecho,
por haberte dejado respirando,
aquella vez que hubiera sido
tan sencillo enamorar a la muerte
antes de que hubiera amanecido.

1 comentario:

  1. excelente por donde se lo mire, cuanta fuerza tienen tus palabras, me dan la sensacion que estallan desde adentro, me gusta leerte, Germnán de buenos aires

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