domingo, 13 de marzo de 2011

Que..

Que sonría la de la cara pequeña,
que tiene la edad en que la vida
se abre como una flor
que busca atrapar la tibieza
del sol,
robarle lozanía,
la dulzura de una mujer temprana
donde se oculta todavía
la frescura de una niña.
Que la vean estas veredas paseando
una sonrisa recién hecha,
destilando sus ojos idealismo
recién nacido;
entonces me pregunto;
por qué sigue girando este mísero
mundo hacia el vórtice del mismo
remolino, por qué no la contemplan ahora,
como lo hago yo
y su belleza me azota
los secretos de amor,
de esos cautivan poetas
y esculpen sobre mármol
los mejores cinceles,
tengan piedad mortales
no hay mayor privilegio
que ver esta criatura embebida
por el nerviosismo de esa cuestión
química que han bautizado
simplemente como el primer amor.

1 comentario:

  1. Me conmovió mucho este texto, muy bueno, suelo leerte cada tanto, desde la oficina, gracias por acercarme al mundo de la poesía; Fermando de Palermo

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