I
Tierra, presagio,
no lo dudes,
nada está en el camino,
solo polvo,
preludio de un precipicio,
el sonar díscolo
de un violín desafinado
tocando notas
en contra del viento,
la suerte es una quimera
rehén del tiempo...
II
Lanza los dados...
siempre caen ases,
tan hermosa...,
el lobo abre sus fauces,
preciosa heroína
de un fado que se recita
hasta que la muerte
borra la existencia,
¡quizás la suerte
no existe, solo se inventa!
Quizás la suerte
ResponderEliminarsea la constancia
y esa no se inventa !!!
Un abrazo.